TUNTE ( SAN BARTOLOME DE TIRAJANA )

Dispersos entre sus montañas y quebradas afloran pequeños caseríos blancos, de construcciones sencillas y humildes que conservan toda la esencia de la vida rural. Con casitas de patios adornados con útiles artesanos e infinitas macetas de plantas y flores que mantienen aún todo el encanto de la vida sencilla que transcurre al ritmo de la naturaleza. Gente noble, hospitalaria, prototipo tranquilo y sosegado de los afortunados que disfrutan de estos rincones de la isla.

Estos pueblos nos hablan de sus tradiciones, de su arte, de sus fiestas y de la sencillez de su gente. Sus fiestas locales reflejan la mejor muestra de su cultura popular, sus costumbres y su identidad.

El recorrido del municipio por senderos y carreteras en áreas rurales y rincones naturales permite descubrir el pasado histórico, modo de vida y cultura popular de su gente. En las áreas urbanas podemos realizar visitas o itinerarios temáticos para descubrir caseríos y yacimientos arqueológicos.

El municipio de la Villa de San Bartolomé de Tirajana está compuesto por una gran variedad de bellos y variopintos núcleos rurales: Ayacata, Ayagaures, La Plata, El Sequero Alto, El Sequero Bajo, La Culata, Risco Blanco, Lomito de Taidía, Taidía Alto, Taidía, Hoya Grande, Perera, Montaña Baja, El Trejo, Ciudad de Lima, Casas Blancas, Sitios de Arriba, Sitios de Abajo, Arteara, Fataga, Guriete, El Sao, Las Crucitas, El Matorral, Juan Grande, Los Moriscos, Agualatente y Montaña La Data. De los núcleos urbanos cabe mencionar: San Bartolomé de Tirajana, Tunte, Santa Águeda, Cercados de Espino, Cercados de Araña, El Tablero, San Fernando, San Agustín, Playa del Inglés, Castillo del Romeral y Aldea Blanca.

La capital administrativa del municipio, San Bartolomé, se asienta sobre el poblado prehispánico denominado Tunte.

Su posición privilegiada en pleno centro de la Caldera de Tirajana le convirtió en encrucijada principal de las comunicaciones entre norte y sur de Gran Canaria a lo largo de la historia.

En su casco urbano, se mezclan los estilos arquitectónicos: desde prehispánicas viviendas, a modernos edificios públicos.

El Ayuntamiento se amalgama con edificios tradicionales y religiosos como la Iglesia de San Bartolomé.

El entorno natural del caserío de Ayacata es una parada obligatoria para terminar nuestra excursión por el municipio de San Bartolomé de Tirajana. Si desea reanudar la marcha, le recomendamos ascender hasta el punto más alto de la isla -el Pico de las Nieves- y la Cruz de Tejeda.